Calma, campiña de Toscana alta y vistas espectaculares son las cartas de este dúplex fantástico y carismático en el cual hemos pasamos cuatro noches de agosto. Su situación, que en principio parece el fin del mundo, es muy correcta para todo tipo de desplazamientos por esta zona: Pisa, Lucca, Montecatini, Pistoia, Vinci... y especialmente Firenze, la magnífica y sorprendente Florencia, para la cual se necesitan muchos más que tres días y un FirenzeCard...
La cortesía y amabilidad de los dueños, Claudia y Gianfranco, ha sido constante, siempre que los hemos necesitado han estado allí.
Un lugar sin duda para repetir, eso sí, mejor más de cuatro días ya que hay muchísimas bellezas artísticas y arquitectónicas que admirar, cuesta creerlo, cuesta casi entenderlo.
¡Muchas gracias por todo!